Activista «gay» … que pretende estar
luchando contra el «Sistema»…en la Puerta del Sol, en Madrid.
(La estatua del Oso y el Madroño alude al escudo de la Ciudad que es capital de España y centro geográfico de la Península Ibérica).
YRANIA reproduce de elmanifiesto.com esta fotografía que, por supuesto, no representa la sexualidad sana entre hombre y mujer sino una escena estúpida y grotesca… que parece significar que los presuntos indignados luchadores contra el «Sistema» quieren sodomizarlo…, pero lo que ellos no saben es que realmente no luchan ni son enemigos del «Sistemsa» sino sus más sumisos adalides.
También el texto que sigue a continuación es original de www.elmanifiesto.com y su autor es Adriano Errigel:
Cada época tiene los líderes morales que se merece. Durante una gira por Rusia y rodeada de parafernalia con cruces ortodoxas destruidas, la cantante Madonna denunciaba el verano pasado la opresión de los gays y llamaba a la movilización de la población rusa a favor de los LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales) en el país euroasiático.
Una exhortación que se enmarcaba en la campaña del show-business internacional a favor del grupo punk femenino «Pussy Riot» y a su actuación improvisada en el altar de la Catedral de Cristo Redentor en Moscú: un «concierto» en el que se atacaba a la Iglesia ortodoxa y al presidente Putin, y de paso se ridiculizaba la simbología religiosa del país.
En principio la cosa no iba de gays, pero tarde o temprano éstos no podían faltar, porque no hay boda sin tía Juana. Con lo que ya están en escena todos los elementos de la lucha cósmica entre el Bien y al Mal: la libertad de expresión frente a la Inquisición, los artistas transgresores frente al clero casposo, los demócratas frente a los opresores, los progresistas frente al oscurantismo de la Iglesia y el Estado. Mensaje subliminal: el régimen de Putin no es legítimo, porque carece de esa legitimidad de fondo que confiere el respeto a los derechos humanos. Como lo demuestra al enviar al trullo a las Pussy Riot y al perseguir a esas minorías sexuales para las que Madonna exigía tolerancia.
El problema de Madonna es que hace ya tiempo que ha dejado de ser un ser humano. Como otros de su especie no es más que un producto artificial, una terminal del complejo industrial-espectacular globalizado –o del «entetanimiento» (Tittytainement), en expresión acuñada por Zbigniew Brzezinski–. El Sistema habla por su boca y eructa consignas para alimento espiritual de Homo Festivus.
Tolerancia. Cuando el Imperio empieza a insistir sobre la tolerancia, conviene allanar el camino hacia el refugio antiaéreo. Hay que ser tolerantes. Y si es preciso les hacemos tolerantes a bombazos. Tolerantes hicimos a los serbios, a los iraquíes, a los afganos, a los libios. A los palestinos les damos cada día una lección de tolerancia. ¿En que consiste la tolerancia? Aguarden nuestras instrucciones.
El régimen de Putin no es tolerante. Véase si no su incalificable agresión contra los derechos humanos al no permitir la celebración de cabalgatas del «orgullo gay», o esa atrocidad de prohibir la «información» (propaganda, en el texto de la ley) a los menores de edad en las escuelas sobre temas como la homosexualidad, el lesbianismo, el travestismo o la pederastia. Atentados ambos contra la dignidad humana que claman al cielo y que remueven la santa ira de las conciencias virtuosas del universo. Levanten los brazaletes rosas. Todos a una. No nos moverán.
Hablamos de brazaletes rosas o blancos, porque está claro que al régimen de Putin no lo vamos a corregir a bombazos. Tarea imposible. Aquí entra en escena otro tipo de estrategia, las estrategias de poder blando que tan buenos réditos dan en la sociedad globalizada de la información.
¿Poder blando? En el contexto estratégico de la globalización, este concepto se define por la capacidad de influenciar la concepción que el otro tiene de sí mismo y de su propio interés, de forma que pase a actuar de conformidad con los intereses de la superpotencia. El poder blando es «un mecanismo adicional para el mantenimiento de un imperio informal, a través de la difusión de un conjunto de ideas y valores bien articulados y proyectados al mundo. Por ejemplo, mediante programas de intercambio académico, la estandarización de los medios de comunicación de masas a nivel global o la difusión de sus formas de entretenimiento».[1] Difusión de ideas y valores, ahí está la clave.
Y aquí entra en escena la militancia gay y su capacidad de agit-prop. Lo que nos interesa aquí es analizar el papel instrumental de algunos movimientos gay en las técnicas de agitación y control social a favor del proyecto hegemónico norteamericano. Y veremos que aquello que a primera vista parece una anécdota en realidad no lo es tanto, si consideramos su relevancia dentro de un marco más amplio.
Las preocupaciones del Imperio
Está claro que lo que al Imperio le preocupa no es precisamente la situación de los gays en Rusia. Al menos, no mucho más que la de los gays en Arabia Saudita o en cualquier otro satélite que, por muy homófobo que sea, no deje de ser un fiel aliado. Tampoco le preocupa especialmente la promoción de la democracia: su amplio historial de apoyo a dictadores y matarifes sumisos a sus intereses debería despejar cualquier duda. También es dudoso que le quite el sueño la libertad de expresión. Que se lo pregunten entre otros al señor Assange, al que quieren hacerle un traje de madera. Lo que al Imperio de verdad le preocupa es que Rusia, con el comienzo del nuevo siglo, haya recuperado el pleno control sobre su política exterior. Y la posibilidad de que la masa continental euroasiática quede definitivamente fuera de su hegemonía. Escenario a evitar: la consolidación de un modelo civilizacional alternativo en un mundo auténticamente multipolar.
Que el régimen ruso adolece de un amplio déficit democrático y que el Presidente Putin se comporta como un sátrapa con aires de matón, no hace falta ser un lince para verlo. Pero conviene recordar a Boris Yeltsin, aquel pintoresco títere de los intereses norteamericanos, aquel «demócrata» que no dudó en bombardear a su propio Parlamento, y cuya reelección fue amañada por una camarilla de oligarcas mafiosos con las bendiciones de Washington y sin un solo reproche desde las virtuosas conciencias occidentales. Balance de su reinado: un país casi destruido por un programa de liberalización salvaje, convertido en presa fácil para el capitalismo amparado por los Estados Unidos. En manos de los Chicago boys y con los yanquis hasta en la cocina, el país respondía como un ejemplo de manual a eso que se bautizó como nuevo capitalismo de frontera: un «régimen oligarca antidemócrata basado en el control policial, la corrupción y la desigualdad social, amparados en un estado de pobreza generalizado y un estado de crisis permanente, al que Naomí Klein se refirió como doctrina del shock.»[2] Pero todo sea por la buena causa.
Y en esto llegó Putin y mandó a parar. Ahí está el problema.
Volvemos a los gays. ¿Qué pintan en todo esto? En la ofensiva de poder blando contra la Rusia de Putin el lobby gay se perfila como una punta de lanza más, pero altamente significativa, en la promoción de una «sociedad civil» que reclame desde dentro del país un cambio político favorable a los intereses del Imperio.
Revoluciones de colores, revoluciones arco iris
El agudo lector se habrá dado cuenta a estas alturas de que no estamos hablando aquí de los homosexuales, una condición que normalmente no se elige y que no nos merece mayores juicios morales, más allá de un estricto respeto. Hablamos aquí de la gaytitud como movimiento social, como visión del mundo y de la vida, como minoría chillona que exige pleitesía y que impone su agenda al resto de la sociedad. Decía el escritor francés Philippe Muray que los gays militantes han sido los más eficaces portavoces en Europa de la ideología correctista norteamericana, «la cruzada por excelencia de los tiempos hiperfestivos, que –conducida con la buena conciencia a prueba de bomba de todas las víctimas profesionales– ha utilizado, para conseguir sus objetivos, la provocación, la exigencia de protección, la culpabilización, la persecución, el chantaje y las reivindicaciones particulares camufladas bajo la retórica de la igualdad y de la libertad».[3] En el contexto estratégico de poder blando versus países díscolos, el movimiento gay está convocado como primera vedette en el espectáculo-protesta de la «sociedad civil».
Entiéndase: la tan manoseada «sociedad civil» no es más que el eufemismo para una red de lobbies y de ONGs financiadas por Washington. Herramientas que ya probaron su eficacia en la secuencia de las «revoluciones de colores» que permitieron al Pentágono avanzar sus fichas en el tablero estratégico euroasiático entre los años 2000-2005. La Revolución del Bulldozer en Yugoslavia (2000); la Revolución de las Rosas en Georgia (2003); la Revolución naranja en Ucrania (2004); la Revolución de los Tulipanes en Kirguistán (2005). El objetivo del poder blando reside en la conformación de una masa social crítica portadora de los valores estadounidenses. Se trata de cambiar la percepción de la población sobre su propio sistema, de fomentar las comparaciones desfavorables con el sistema del Imperio, de presentarlo incluso como algo odioso, insufrible, principalmente a los ojos de los más jóvenes y entre los estratos más acomodados y occidentalizados de la sociedad.[4]
La secuencia de las revoluciones de colores es bien conocida: espiral de protestas callejeras, represión policial, las ONGs a la cabeza de acciones de desestabilización y desobediencia civil, las agencias gubernamentales norteamericanas y otros agentes privados (tipo el especulador George Soros) bombeando dinero, y la CNN martilleando las 24 horas. En la política de la era de la información lo esencial es mantener la iniciativa sobre las historias que finalmente ganan (técnica del storytelling). Y pocas historias son hoy tan fácilmente mediatizables a un nivel internacional como los gays y sus victimismos.
Los gays como reserva espiritual de Occidente
Ideas y valores. Bajo el radar de los grandes titulares y más allá de la actualidad inmediata, las ideas y valores anticipan, en el plano metapolítico, el deslizarse de la Historia. Nuestra época se presenta, para muchos, como la de la «crisis de valores». Nada más falso. Sí tiene valores. Los suyos. Y se defienden con dogmática intransigencia.
Si buscamos una encarnación paradigmática de los valores del sistema americanomorfo en su fase posmoderna, lo encontramos en el movimiento gay. El movimiento gay como expresión radical del liberalismo libertario: un condensado ideológico en el que confluyen los retales de las izquierdas y derechas de los últimos dos siglos. El liberalismo libertario entendido como colusión entre la derecha económica (capitalismo salvaje, neoliberalismo y desigualdades económicas) y la izquierda social (progresismo, exaltación de las marginalidades, igualitarismo cultural). Un sistema en el que los que manejan el show –una oligarquía transnacional globalizada cuyo epicentro reside, todavía, en Estados Unidos– permanecen incuestionables.[5] Y el sistema vomita pan y circo: una cultura global estandarizada que no admite barreras de ningún tipo, ya sean éstas religiosas, morales, culturales o nacionales. Y para erosionar esas barreras se precisan ciertas operaciones de ingeniería social. Es en esa promesa de libertad absoluta donde el movimiento gay –o más precisamente el LGBT– representa el allanamiento de la última barrera: acabar con ese insoportable escándalo de la naturaleza que consiste en no poder elegir el sexo.
La gaytitud como mesianismo de minorías, como conciencia de una superioridad moral, como custodio del fuego sagrado de la libertad entendida al modo americano. La gaytitud como exigencia ante el mundo de una ovación admirada por erigir el sexo y nada más que el sexo en el epicentro del debate sociopolítico y de toda actitud ante la vida. La gaytitud, o cómo contemplar el mundo, la vida, la sociedad, la historia y las relaciones de producción a través de la escotilla de popa. Ahí reside la repugnancia instintiva que el circo gay todavía causa en buena parte de la población. No son las orientaciones sexuales particulares, cualesquiera que éstas sean, las que provocan rechazo, sino la intuición de que tanto exhibicionismo chillón y tanto hedonismo pringoso delata otra realidad, la propia de obsesos sexuales.
Sí, es preciso admitir que el movimiento gay está a la vanguardia en la realización del viejo sueño sesentayochista –iniciado, no lo olvidemos, en los campus norteamericanos– de un hedonismo individualista al que ninguna cortapisa colectiva pueda poner frenos. Pero hoy sabemos bien que ese paraíso en la tierra –despojado ya de sus retóricas «revolucionarias»– se aviene a la perfección con el capitalismo global y con la sociedad de mercado, el sistema que mejor se adapta a sus demandas. La gaytitud deviene un refuerzo cultural perfecto para una sociedad atomizada por el derecho liberal, una sociedad donde cada cuál sólo persigue su interés, donde la erosión de las antiguas creencias y la fractura del vínculo social sólo deja en pie al más común de los vínculos: el dinero.
La gaytitud envuelve sus reivindicaciones en la bandera de los derechos humanos. Es decir, en la vulgata ideológica de Occidente. Una vulgata de uso alternativo por la que el Imperio justifica todas las ingerencias necesarias para sus intereses. Y que unido a una cultureta consumista –de la que los gay son destacados iconos – constituye hoy por hoy el patrimonio espiritual de Occidente. Un pensamiento único de impronta americana, pero de vocación universal. La sumisión frente a ese pensamiento y la celebración de los gay van a la par. Una sociedad que les rinda la debida pleitesía es una sociedad debidamente «normalizada» conforme al troquel americano.
El protagonismo cultural de los gay va a la par de una tendencia cuyo mero enunciado crispa a los bienpensantes: la feminización total del cuerpo social. Un fenómeno sobre el que ya existe una extensa literatura sociológica, y que se manifiesta en fenómenos tales como el predominio de lo afectivo sobre lo racional, la sentimentalización de la política, la crisis de autoridad de los padres, el énfasis sobre el bienestar individual y la «autoayuda», la victoria del pensamiento psicologizante y de la «intuición» sobre el análisis categórico y objetivo. De hecho el protagonismo de lo sexual y el repliegue sobre la vida privada es concomitante a la puesta de largo internacional del movimiento gay. Una tendencia muy beneficiosa para el poder, porque fragmenta la reivindicación política y evita pensamientos «peligrosos» que apunten a dimensiones colectivas, tales como los análisis de clase, pueblo, nación, etc. Estamos a años luz del viejo marxismo, un caso bien claro, guste o no guste, de virilidad espiritual.
Los gays y la geopolítica
Pese a todo lo dicho anteriormente conviene no sobredimensionar la posible incidencia del movimiento gay sobre los procesos de cambio político fuera del área occidental. Esta incidencia será forzosamente muy limitada. En el caso euroasiático la gaytitud está muy alejada del sentir general de la población, y es percibida, de manera instintiva, como el «injerto» de una cultura foránea. No obstante, se trata de una apuesta a largo plazo: la de ir «normalizando» un imaginario colectivo, en principio hostil, conforme a los patrones occidentales. Conviene además tener presente otro elemento. En Rusia, históricamente, es la población ilustrada de las dos principales ciudades (Moscú y San Petersburgo) la que siempre ha forzado los grandes cambios; cambios que el resto del país, mal que bien, acaba por seguir. Y el impacto del movimiento gay y sus redes internacionales es susceptible de repercutir con fuerza entre los sectores económicamente más privilegiados y occidentalizados de las grandes urbes, y coadyuvar a crear un estado de opinión. El Imperio sabe lo que hace.
Así como otros exportan melones, los Estados Unidos de América exportan democracia. Y para eso tienen que dar lecciones al resto del mundo, y convencer a los reticentes de lo bien que les iría al importar el modelo americano. La cruzada internacional pro-gay forma parte de un package global en el que lo que se vende es un modelo social: el modelo de un país donde la mitad de la población nunca vota, donde dos partidos se reparten el poder desde hace siglos, donde los grandes grupos económicos deciden quién se presenta a las elecciones, donde los mismos grupos deciden qué programa se aplica, donde nadie elige a los que de verdad deciden, donde cerca de cincuenta millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza, donde existe la pena de muerte y donde cualquier tronado a la vuelta de la esquina puede a usted descerrajarle a usted un tiro. Pero eso sí, los gays son debidamente festejados.
¿Los gays, instrumento del imperialismo norteamericano? Sería un tanto extremo afirmarlo, y en cualquier caso es mejor evitar teorías conspirativas, y sí abogar por un enfoque sistémico. En la vida social hay pocos fenómenos inocentes, casi todo tiene una lectura política, o al menos metapolítica. Y en este caso es mejor hablar de concordancia de procesos o de dinámicas complementarias.
No hay aquí blancos y negros absolutos, sino una gama intermedia de tonalidades. El movimiento gay puede tener una parte de razón al reclamar para unas minorías históricamente marginadas la parte de respeto que les es debido. Pero la sobrerrepresentación que en Occidente han alcanzado es paradigmática del tipo de civilización de la que son iconos: la civilización más materialista de la Historia. Una civilización americanomorfa que se pretende portadora de una verdad universal obligatoria. Y lo que está en juego es, o bien la extensión universal de esa civilización, o bien el mantenimiento de una pluralidad de civilizaciones, algunas de ellas todavía tradicionales, que mantienen escalas de valores diferentes. También en lo que atañe al sexo.
Decía Nietzsche que aquél que no conoce nada mejor en la tierra que la satisfacción de su instinto, tiene el alma llena de fango. En ninguna civilización el sexo ha tenido una presencia menor que la que su importancia exige. Pero en su imaginario colectivo, prácticamente ninguna civilización lo ha situado en lo más alto. En lo más alto siempre se han situado otras cosas. Al colocar al sexo en el más alto pedestal de los afanes humanos, el movimiento gay es sintomático del tipo de civilización que es la nuestra.
Y los líderes morales de esa civilización hablan, y hablan para adoctrinar a los pueblos obtusos que, como en el país euroasiático, todavía no se han enterado de qué va la historia. ¿Qué les dicen?
¡No creáis en nada! No creáis en lo que os decían vuestros padres, ni en lo que a ellos les decían vuestros abuelos; no creáis que sois diferentes, ni que tenéis una historia, ni una misión, ni un destino, no creáis que sois especiales, ¡sed felices! Y si tenéis que creer en algo, lo que os diga Madonna: ¡alabados sean los gay! Alabados sean por siempre en sus pompas y en sus obras, que sus bendiciones se derramen sobre vosotros para que vosotros os transforméis y para que vuestras ciudades y vuestros jardines también se transformen, y para que tod@s os asoméis al futuro, y os miréis en el espejo de Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, los centros del mundo, las ciudades más gay del planeta.
[1] Carlos González Villa, Empiezan las revoluciones de colores, en El retorno de Eurasia, Península 2012, p. 163
[2] Carles Masdeu, «Estrategias para Eurasia: el retorno de Mackinder», en El retorno de Eurasia 1991-2011. Península 2012, p. 96.
[3] Rodrigo Agulló, Philippe Muray y la demolición del progresismo (II), en Elmanifiesto.com
[4] Irónicamente, las ONGs al servicio de los Estados Unidos cumplen en la posguerra fría un papel análogo al del movimiento comunista internacional al servicio de la URSS durante la guerra fría: penetración capilar en el campo enemigo.
[5] Tampoco hay garantías de que ese epicentro, cada vez más desnacionalizado, vaya a estar siempre en Estados Unidos. El sistema americanomorfo es ante todo un modelo cultural en cuya base están los valores mercantiles y la forma de vida propia de la civilización norteamericana, y que hoy engloba tanto a los Estados Unidos como a Europa occidental y a las élites económicas de los países emergentes. Aunque su brazo musculado lo constituyen los Estados Unidos no se trata de un imperialismo de corte clásico, sino de un sistema global que trata de extenderse por todo el mundo.
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FUENTE: http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4092
51 comentarios:
RLR dijo…
Nada más lejos de mi intención provocar cizaña o simples malentendidos, pero soy un lector habitual de la revista Nihil Obstat.
¿Debo inferir de sus palabras que usted la considera una publicación de extrema derecha?
Jaume Farrerons dijo…
Yo no he dicho esto. Me he limitado a constatar que Nihil Obstat se curó en salud del contenido del artículo. El motivo podría ser que no quería «herir la sensibilidad» de un sector de sus lectores. Pero esto es sólo una suposición mía. Que cada cual saque sus conclusiones. Este post no tiene por objeto determinar la línea editorial de Nihil Obstat, sino explicar a los lectores qué es lo que yo entiendo aquí por «fascismo».
Sólo añadir que el nombre de la revista es una idea que el autor de este blog le dió a su primer editor y director, el Sr. Juan Antonio Llopart, y que he publicado en Nihil Obstat unos cuantos artículos defendiendo posturas de izquierdas. Si Nihil Obstat fuera de extrema derecha «tout court» los habría censurado. Pero si fuera de izquierda nacional, se habría ahorrado colgar advertencia alguna para desmarcarse de mi total ruptura con el fascismo ultraderechista. La verdad se encuentra seguramente entre alguno de estos dos extremos.
A. Manuel dijo…
Perfecto, Jaume, INTRA y ENSPO no son fascistas. Y, además, son antirracistas. Así puedes quedarte tranquilo, que no tendrás problemas con la mayoría de la sociedad, no… ; pero me sorprende que pongas como referencia un libro firmado nada menos que por Joan B. Culla, encargado en TV3 de manipular la historia contemporánea de España (especialmente la guerra civil) y de Europa (sobre todo el período de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial).
Bueno, y ya que has definido con más o menos precisión y claridad lo que entiendes por fascismo, aunque en mi opinión uno de los sentidos atribuidos (extrema derecha, etc.) poco o nada tenga que ver en realidad, ¿qué tal si haces lo mismo con la palabra «racismo»? ¿O es que simpatizas con SOS Racisme y con Movimiento contra la Intolerancia, por ejemplo?
Sin rodeos y directo al grano, hablando claro: como izquierdista-nacional, ¿te parece bien que un europeo, o sea, de raza caucásica (no porque tenga la «nacionalidad» de un país de Europa), se una con alguien de raza negra y tenga hijos con ella? ¿O tal vez hay que «redefinir» qué sea europeo? (que lo mismo es necesario hacer también una aclaración terminológica de «europeo», ¿no?).
Hilando más fino: ¿aprobarías que un militante de tu partido se una a otra persona de raza de color y tenga hijos con ella? ¿Admitirías en tu partido a alguien de raza de color que tiene, eso sí, la nacionalidad española, de la UE o de algún otro país de Europa…?
En definitiva, ¿qué entiendes por «racismo»? Porque ya me cansan esos malabarismos dialécticos para «quedar bien» con todos. Y dejamos por sentado que en todas las razas hay gente buena y gente nefasta, así que no me argumentes con las típicas comparaciones asimétricas como que es preferible una persona negra que es excelente a una persona blanca que es una piltrafa.
Vayan por delante mis respetos hacia ti. Un cordial saludo.
Jaume Farrerons dijo…
No me quedo nada tranquilo, y si supieras por lo que he pasado y sigo pasando, te darías cuenta de que lo que insinúas es absurdo o injusto.
He acusado a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial de ser los mayores criminales de la historia, ¿crees que con ello «quedo bien con todos»? En absoluto. Soy catalogado de fascista. Y acepto, en este contexto, la palabra «fascista» como un elogio. Pero tengo que aclarar el sentido que le doy al vocablo, porque no quiero que me confundan con los cabezas rapadas. ¿O estoy obligado a comerme las barbaridades de la extrema derecha, que me repugnan?
Mis posturas antirracistas no son políticas, interesadas, medradoras, provienen de mi educación filosófica. Adopté esta decisión teórica después de años de estudio sistemático de Heidegger y con una edad de 20 años. No hubo oportunismo, sino convicción intelectual. Y mi experiencia y conocimiento sobre los efectos del racismo no hacen sino confirmar aquélla decisión. No hay una sola gota de oportunismo en mi compromiso antirracista, a los hechos me remito, pero hay que conocer esos hechos antes de acusarme y este blog no es autobiográfico, no me dedico en él a hablar de mí mismo, pero si tengo que «demostrar» que, en mi caso, los «hechos» preceden a las palabras, lo haré.
Me haces preguntas muy concretas. Que si un europeo debe casarse y tener hijos con alguien de raza negra. Pues bien, podría ocurrir que un blanco con CI 85 se casara con un negro con CI 116.
O que un blanco que se dedica al robo y la violación se casara con una buena y honrada ama de casa negra.
Jaume Farrerons dijo…
Pero todo esto no tiene sentido para los racistas, que están ciegos ante las personas, sólo ven un ente llamado «raza». Que es como ir a la montaña y sólo importarle a uno la altura del peñasco, no sus bosques y fauna y orografía. Sólo un aspecto de lo que se muestra como «hombre» ven los racistas: cierta abstracción de rasgos morfológicos, ciertas regularidades que agrupan bajo la categoría de raza. Todo lo demás no existe. Además, si ellos pertenecen a la raza considerada superior, casualmente la suya, ya no hacen falta que demuestren con actos su excelencia humana, ellos son superiores aunque actúen como auténticos canallas (ejemplo, los skin-heads).
Pues bien: no juzgo a los individuos por su raza, sino por sus actos. Las personas adultas y responsables deben poder casarse con quien consideren oportuno y tener los hijos que consideren oportuno. De su cultura dependerá a quién elijan como padres o madres de sus hijos. Es una elección moral que puede tener en cuenta o no el factor raza, por muchos motivos, pero es una elección privada en la que yo no oso entrar. Ningún policía o institución debe dictarles esa decisión. El precio que se pagaría por mantener semejantes sistemas de opresión sería demasiado alto. Al final todos seríamos quizá rubios con ojos azules, pero también sumisos idiotas manipulados por una burocracia.
Rechazo como racistas las compulsiones políticas tendentes a mezclar o separar las razas, a pensar incluso las cosas en términos raciales, y no en términos de valores éticos. Prefiero un negro honesto que un pederasta o asesino en serie de raza blanca. Es más, cuando miro a alguien, la raza es sólo un dato anecdótico, cuya realidad no niego, pero pongo sólo en su justo lugar. Incluso físicamente, hay negros fuertes y con una apariencia estética admirable y blancos cuyo aspecto físico da pena. Acude a unas olimpiadas. Báñate de realidad: la raza blanca domina en algunos campos, pero en otros es irrelevante.
En fin, para mí, lo más importante de las personas es su manera de vivir, lo que hacen y lo que han hecho. Sus valores. Las importancias que imantan las intenciones de sus comportamientos como fines. Un héroe negro vale más para mí que un blanco rubio y con ojos azules que dirija una mafia.
Lo siento. Mi conciencia no me permite despreciar a las personas por su raza. Y digo esto con total convicción; quienes me conocen lo saben si han leído este blog. No estoy intentando blanquearme con un lavado de detergente políticamente correcto, he demostrado que siempre pensé así y me baso en la filosofía de Heidegger para sostener esta postura. No he cambiado en 30 años
Jaume Farrerons dijo…
¿Qué entiendo por racismo?
La tendencia a pensar las cosas y las personas en términos raciales, o sea, la ceguera más absoluta para los valores éticos, que es lo que importa. Tú ya te has curado en salud prohibiéndome haciendo comparaciones entre blancos deleznables y negros excelentes. No puedo aceptar esa prohibición, pues ahí está justamente el asunto.
Me preguntas si consentiría que en mi partido alguien se casara con alguien de otra raza,negra pongamos por caso.
Te respondo con otra pregunta: ¿crees que como presidente de la INTRA yo debo entrar a autorizar o desautorizar los matrimonios de mis afiliados o cargos? ¿Quién sería yo para hacerlo?
¿Y no te das cuenta que si lo hiciera, automáticamente ese partido se iría a la ruina? Aunque sólo sea por razones prácticas, te guardarás bien de cometer semejante torpeza.
Yo, por mi parte, no lo haré nunca, pero por convicción, por respeto, porque creo en la democracia, invento griego, invento europeo de dignidad y libertad.
Jaume Farrerons dijo…
Precisamente que el libro venga firmado por quien viene, un antifascista, que nos califique de antirracistas a pesar de haber nosotros cuestionado, en nuestra propaganda, los valores vigentes, da más credibilidad a nuestro antirracismo.
Frel dijo…
El significado del término «racista» está como no también manipulado por la ideología globalizadora y falsamente buenista que nos inunda y nos quiere organizar a su manera. Ser racista significa ensalzar las cualidades de una raza, o sea, es una exaltación racial, tal como lo afirma la R.A. de la lengua y ello no tiene que implicar discriminación alguna contra otra persona por los motivos que sean. Desde la manipulación mediática a la cual estamos sometidos diariamente nos quieren dar a entender con claros fines partidistas que racismo es dicriminar a una persona por cuestiones solamente raciales, cosa totalmente falsa, porque en todo caso si racismo significa discriminar a una persona, entonces puede ser por los más numerosos motivos a parte del racial,hay racismo clasista, laboral, sexista,etc… La envidia por ejemplo hace ser a la gente bastante racista, es un instinto natural, no es un invento de nadie, esa afirmación tan estúpida e incoherente de que el racismo es un invento de los ricos con el objetivo de dividir a los pobres no tiene sentido, puesto que dicho instinto no hace distinciones clasistas de ningún tipo.En resumen se llega a la conclusión de que todos somos racistas puesto que cualquier tipo de discriminación por serlo ya lo es y el que más y el que menos habrá discriminado a alguien por cualquier motivo, aunque haya sido de forma un tanto inconsciente.
Como es obvio el racismo no está ligado a ninguna ideología política, de ahí que resulta ridículo y patético que asocien el término racista al fascismo, el típico insulto sin sentido de llamar auna persona «fascista y racista» es el colmo de la manipulación mediática, o sea que según los canones del sistema el ser racista implica forzosamente ser fascista y viceversa, no hablo ya del también término asociado de «nazi»(apócope aplicado por los vencedores de la 2ª contienda mundial a la ideología NS), otra simpleza y tontería.¿Desde cuándo el racismo tiene ideología?, si como he comentado anteriormente es un instinto natural.Esto es para no parar de reírse…
Jaume Farrerons dijo…
Lamentablemente, el racismo no ha consistido históricamente hablando en la mera e inocente constatación de la existencia de razas. Esto se llama raciología, una rama de la antropología que, en principio, no debería conllevar un contenido doctrinal-filosófico y,menos todavía, político.
Pero el racismo se convirtió en una ideología de la superioridad racial que justificaba, en la Europa colonial, la explotación de los pueblos llamados «de color». En la Segunda Guerra Mundial, las actuaciones de los Einsatzgruppen alemanes en Polonia y Rusia convirtieron además, el racismo, en una doctrina que justificaba el exterminio de determinados pueblos.
Puede decirse que la guerra alemana en Rusia fracasó porque los alemanes consideraban a los eslavos una raza inferior y, pese a que los ucranianos recibieron al invasor como un liberador frente a Stalin, dicha ideología hizo imposible la alianza que una doctrina de valores éticos habría promovido. El racismo provocó, por tanto, que Alemania perdiera la guerra y la dignidad, pues su nombre se asocia a genocidio. ¿No ha hecho bastante daño ya el racismo? ¿Tenemos todavía que resucitarlo?
El racismo ha quedado desacreditado desde 1945. Se puede volver al sentido original de la raciología, el estudio de las razas, las cuales a mi entender existen, pero hablar de razas superiores y razas inferiores es racismo. Y el racismo trae penosos recuerdos en Europa.
Para mí, lo que importa no son la raza y los genes, sino los valores y la ética.
Quede claro de una vez por todas que «racismo», en este blog, tiene un sentido negativo. Como raciología, merece el respeto que merezca cualquier ciencia, cuya primera virtud consistirá en ser verdadera. Pero la verdad va siempre por delante de las pretensiones de superioridad étnica y éstas no pueden arruinar las condiciones culturales y políticas que hacen posible la ciencia misma (=libertad, racionalidad, honestidad, verdad).
Jaume Farrerons dijo…
Y digo yo, ¿no cree el racista en el racismo porque considera que es una doctrina verdadera? ¿No coloca entonces la verdad por encima de la raza, puesto que si la doctrina racista fuera falsa, la abandonaría?
Y si fuese verdadera, ¿no la puede compartir con cualquier persona pensante, capaz de asumir la verdad?
¿Y si esa persona es de raza negra?
No refutaría la verdad del racismo el contenido discriminatorio de la doctrina racista en tanto que VERDAD susceptible de ser asumida por todos nosotros abstracción hecha de nuestra raza?
Una reflexión.
Frel dijo…
Si consideramos el racismo como un instinto natural, que en realidad es lo que yo aprecio, yo en este caso superaría el concepto de «doctrina», obviamente el concepto es aplicable a las demás razas, a las personas de raza negra también, puesto que está demostrado que ellos tienen el instinto como humanos que son, incluso hay sectores supremacistas entre ellos. Otra cosa es que se quiera aplicar sólo al hombre blanco como si fuera «el malo de la película», como si la raza blanca fuera si no la más mala la peor(no se en que, deberían explicármelo) y todo porque haya tomado según que iniciativas en más de según que aspectos a lo largo de la historia. En este sentido los defensores del igualatarismo se contradicen claramente porque si ellos dicen que somos todos iguales entonces por lógica se deduce que hay todo tipo de personas en todas las razas compartiendo los mismos instintos.
Sobre el tema del racismo vuelvo a dar mi opinión personal, no hay nadie que sea antirracista porque todos somos racistas si se concibe dicho término como una actitud discriminatoria. El antirracismo es pura manipulación mental, un arma que el sistema utiliza para llevar a cabo sus objetivos globalizadores, ustedes ya me entienden…
Jaume Farrerons dijo…
Suponiendo que fuera verdad eso del instinto racista, entonces los racistas no tendrían que preocuparse por fijar prohibiciones a fin de evitar la mezcla racial, ni existirían mestizos, etc.
Por lo demás, que algo sea un instinto no lo legitima éticamente. Precisamente, la civilización, los valores, la cultura, se definen como un límite establecido a los puros impulsos animales. No somos bestias.
El argumento del instinto como legitimación de una política racista es contradictorio y atenta contra todo aquello que nos distingue de la naturaleza: la cultura.
Por lo demás, el instinto racista no existe. Las razas se mezclan y se han venido mezclando a lo largo de la historia. Las evidencias de este hecho son apabullantes. O sea que, encima, el argumento, lógicamente, erróneo se basa también en una premisa falsa. Dicho sea sin ánimo de ofender y en el contexto del debate.
Frel dijo…
Yo cuando hago referencia al racismo como un instinto me refiero siempre aceptando el término que nos impone el sistema, que es el de la discriminación, sea del tipo que sea pero que el sistema lo reduce intrínsecamente al terreno racial con notorio interés manipulador, el hecho discriminatorio es algo natural en el ser humano. En otro mensaje ya expliqué que racismo en sí consiste en exaltar los valores y cualidades de una raza, lo cual en sí no implica que hay un instinto natural, aunque haya gente que lo asume y lo haga por su propia naturaleza. Esto no tiene por qué desembocar en actitudes discriminatorias, otra cosa es que una persona parta de la base de oponerse al mestizaje biológico porque lo encuentra perjudicial para todas las razas, defender la eugenesia racial no implica tener que discriminar a otros, este es el motivo por el cual hay racistas o racialistas(escoga el término que mejor le vaya)que se oponen al mestizaje. No estoy de acuerdo con la afirmación de que las razas se han mezclado siempre y se siguen mezclando, la inmensa mayoría de los humanos se emparejan con personas de su misma raza, tanto blancos como negros y amarillos, eso está ahí, demuéstreme lo contrario, otra cosa es que haya zonas del planeta que debido a experiencias coloniales se haya producido un mestizaje de carácter antinatural, como en gran parete del continente americano. No hay que confundir mezclar razas con que se mezclen los diversos fenotipos que hay dentro de cada raza.
Un saludo
Anónimo dijo…
estoy totalmente de acuerdo con frel, no entiendo porque el sistema promueve el multiculturalismo y se nota que hay claras intenciones de incentivacion al mestizaje, fundamentalmente en los medios de comunicacion,tambien veo como se prohibe cada vez mas que el concepto de raza sea utilizado, yo veo en esto algo muy oscuro detras, sabemos que en america el mestizaje de los mismos mestizos creo una cultura muy caotica de seres que no se sienten identificados con nada, no tiene valores eticos, muchisimos, carecen de valores eticos y siguen a gobiernos dictatoriales, ya sea de derecha o de izquierda, son como ovejas. a mi entender, este comportamiento, es mas biologico que por cultura o nivel social, yo lo vivo todos los dias, nadie me lo cuenta.
Anónimo dijo…
en america, el mestizaje perjudico a todas las razas involucradas, parece una politica perversa hecha a proposito para perjudicar a los descendientes de las personas involucradas de diferentes razas,los aborigenes casi se extinguieron porque el mestizaje acabo con la cultura e identidad de muchos pueblos, mas que cualquier genocidio, en america las peronas se mezclan y se siguen mezclando, los politicos se aprobechan de esta situacion, incentivandola y trayendo a los lugares donde hay gente blanca, gente mestiza o aborigen, con la escuza de la inclusion, no permiten que los pueblos conserben sus tradiciones y culturas ancestrales, ni los aborigenes, ni los descendientes de europeos, si eso no es racismo, ¿el racismo donde esta?, mucha gente no lo quiere expersar abiertamente porque es politicamente incorrecto hacerlo y tratan de convencerse a ellos mismos que no es el mestizaje lo que produce estos sucesos caoticos y personas carentes de base cultural, pero yo sigo llegando a la misma conclusion, el mestizaje es perjudicial y esta siendo incentivado en el mundo por una mano negra.
Jaume Farrerons dijo…
Debo dejar claro que para mí las políticas de mestizaje son tan racistas como las de segregación. Es racista quien piensa y actua en términos/categorías raciales de forma exclusiva o prioritaria. La única posición éticamente sana es la que capta los valores y las actuaciones concretas de las personas independientemente de su adscripción social, racial, profesional o cualquier otra condición accidental.
Frel dijo…
Si racismo es ensalzar los valores y cualidades de una raza no tiene por qué actuar de una forma exclusiva y prioritaria, a no ser que el ensalzamiento sea muy acentuado, entonces se puede llegar a situaciones de carácter supremacista. Comparto también la definición de que las políticas de mestizaje son racistas ya que se sobrevalora el hecho mestizo frente al eugenésico, o sea, fomentar exclusivamente seres biológicamente birraciales con la intención de devaluar a los seres no mestizos. Como bien indica el anónimo y yo he señalado en el anterior mensaje hay interese por fomentar el mestizaje racial por parte de la oligarquía que nos dirige, pero no sólo eso, estamos asistiendo como están fomentando la cultura y religiones foráneas en detrimento de la cultura, tradiciones y religión autóctonas, incluso se intuyen intentos de suplantación de unas sobre otras. Esto lo estamos viendo en Europa desde hace unas décadas y concretamente en España desde hace una década con todo el proceso inmigratorio masivo impuesto por el sionismo globalizador.
Jaume Farrerons dijo…
Con esto llegamos al racismo sionista, a la extrema derecha supremacista hebrea, que utiliza el mestizaje universal para sus fines. Este fenómeno no dudo en condenarlo en este blog como máxima expresión actual del racismo. Pero de ahí no se puede pasar a legitimar, volviendo la tortilla, un racismo o un supremacismo arios o cosa similar. Simplemente, hay que condenar TODO racismo, el recto (supremacismo unilateral) y el oblicuo (mestizismo universal promovido en beneficio de un solapado supremacismo sionista).
Frel dijo…
La definición de racimo sionista es correcta, estoy de acuerdo, es en realidad lo que está ocurriendo en el actual panorama globalizador. Yo tampoco acepto el supremacismo racial,venga de la raza que venga, otra tema muy diferente sería debatir sobre la evolución de las diferentes etnias y las diferencias que pueda haber entre ellas, o ser partidario de defender la identidad de todas ellas,esto sería entrar en cuestiones antropológicas, lo cual a menudo por parte del racismo sionista se intenta asociar precisamente a cuestiones supremacistas, automáticamente se aplica el dogma de lo no políticamente correcto como arma para promover el mestizaje.
Jaume Farrerons dijo…
Políticamente, la única salvación del campo NR pasa por acusar de racismo al sionismo, la ideología oligárquica. No hay otro camino. Tenemos que ponerlos A ELLOS en el banquillo de los acusados. Toda pretensión de resucitar un racismo ario va en contra de esta directriz y debe ser combatida, y dejo ahora al margen las cuestiones teóricas y éticas que ya he expuesto para centrarme en lo estrictamente político. Mi polémica con Luna y Junco vino por ahí. Se sigue la directriz o no se sigue. En el caso de que no se siga, estamos en campos políticos opuestos.
Frel dijo…
Estoy de acuerdo con el término de acusar al sionismo como el más feroz de los racismos. Referente al racismo ario no creo que esta definición sea la correcta, la palabra ario tiene connotaciones geográficas-raciales en relación al origen de los pueblos indoeuropeos, pero en ningún modo tiene que ser sinónimo de pureza étnica, usted mismo en otros mensajes define bajo su concepto que la palabra racismo significa discriminación hacia otras personas por su origen étnico(para mí racismo engloba todo tipo de discrimanción, no sólo la racial), el término ario por lo tanto sobra.
Anónimo dijo…
Hubo un racismo ario. Léete «Aquellos hombres grises», los Einsatzgruppen en Polonia y Rusia. Si matar niños no es racismo, ¿qué es racismo? Respetemos la verdad en este blog, por favor.
Frel dijo…
Matar niños y adultos es producto de una guerra, porque a esos acontecimientos se refiere usted, pero no solo los mismos de siempre,debería usted de hablar de los crímenes cometidos por los aliados durante la segunda guerra mundial,en especial por los soviéticos e ingleses, precisamente en Polonia los soviéticos masacraron muchos más polacos que los alemanes, como por ejemplo en la matanza de Katyn perpetrada por los soviéticos a las órdenes de Stalin,en cambio se la atribuyeron a la Einsatzgruppen durante décadas y como estas otra serie de matanzas cometidas por los soviéticos, los soviéticos fueron mucho más racistas,de eso puede estar seguro,al igual que los ingleses con sus bomardeos sobre Dresde, Berlín, Hamburgo…Y no digamos de los americanos con las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, eso sí que es racismo ario,así que no venga con la historia oficial, está uno harto de tanto sionismo.No ponga sólo el ejemplo de los alemanes. Me parece que usted no conoce la verdad de este blog, precisamente en este blog se denuncia que los aliados son los mayores genocidas de la historia,lea atentamente este blog, no sea ridículo.
Entérese también que significa la palabra ario y cuál es su origen,en mi mensaje anterior lo explico brevemente.
el siguiente enlace:
http://es.metapedia.org/wiki/Einsatzgruppen
Jaume Farrerons dijo…
En este foro nos hemos ocupado de forma exhaustiva de los crímenes cometidos por los aliados en la II GM. No es el nuestro, precisamente, un sitio antifascista, como saben quienes lo visitan habitualmente. Decenas de entradas ilustran lo que digo. Pero de aquí no se puede seguir que ignoremos los crímenes cometidos por las potencias del eje. Lo que importa en este punto, si seguimos el hilo del debate, no es el crimen en sí, sino su motivación.
La motivación de los Einsatzgruppen era racista. Se puede matar niños por otros motivos, pero los de esos exterminios era racial, ergo hubo un racismo ario radical que llevó a cometer dichas tropelías del mismo modo que en la actualidad el racismo sionista.
Hay que admitir esto o nos encontraremos con una situación inversa a la actual, en la que se olvidan las atrocidades y genocidios de los vencedores de la II GM. Alemania manchó su honor para siempre con una política de limpieza étnica que ha acabado también con la credibilidad del fascismo en tanto que ideología. Se trata de una situación IRREVERSIBLE, pues aunque el holocausto se ha exagerado, no se puede sostener que todo él sea una pura invención.
Pero quienes queremos ser justos y atenernos a la verdad nos quedamos solos. Unos nos vuelven la espalda por no aceptar la inflada propaganda de la Shoah, otros nos cuestionarán por recordar que el genocidio de los hebreos a manos del nazismo es, en buena parte, una realidad incontestable.
Seguiremos fieles a nuestra tarea: la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad.
Frel dijo…
Yo personalmente no niego los crímenes que llevaron a cabo los alemanes, pero hay que reconocer que a los mismos se les atribuían masacres llevadas acabo por los aliados «los buenos», he puesto el ejemplo de Katyn, esto es así,no me lo invento.Cuando los alemanes entraron en Ucrania los habitantes ucranianos lo vieron como una liberación frente al bolchevismo genocida,la historia oficial afirma lo contrario, otra prueba más de su falsedad, el genocidio(hambrunas planificadas) de los 7 millones de campesinos ucranianos por parte del estalinismo estaba demasiado reciente.¿Qué se entiende por limpieza étnica?, en teoría consiste en eliminar personas de otras etnias, pero este no es el caso, una guerra entre europeos no es una limpieza étnica, seamos analíticos y concisos. Lo del holocausto en sí no es que sea una exageración es que no existió y hasta hace bien poco era un tema innegable a nivel público porque de lo contrario podía tener consecuencis muy negativas para los negacionistas, hasta penas de prisión.No entiendo como entran personas haciendo propaganda sionista, que se lean mejor el blog.
Frel dijo…
¿Realmente cree usted que el genocidio sobre los judíos es una realidad incontestable?, creo que realmente usted no ha profundizado suficientemente en el tema, hay que tener en cuenta que cuando se habla de genocidio las cifras reales y los métodos son fundamentales y esto es lo que realmentge se falsifica.
Un saludo.
Jaume Farrerons dijo…
Estamos debatiendo si hubo crímenes cometidos por «racismo ario» y esto es indudablemente cierto. El caso de Ucrania, que usted cita, es sorprendentemente claro en contra de sus tesis.
Los ucranianos recibieron como liberadores a los alemanes, pero ¿qué hicieron los alemanes? Rechazaron las ofrendas y trataron a los ucranianos como esclavos, como la raza inferior que, según la doctrina nazi, eran todos los pueblos eslavos. De ahí que los ucranianos, finalmente, se mantuvieran a la postre leales al bando soviético con escasas excepciones. Alemania perdió la guerra en Rusia por culpa de su política racial, nefasta, criminal y suicida.
En efecto: la pugna entre Erich Koch y Alfred Rosemberg por la política demográfica en Ucrania fue perdida por Rosemberg, que abogaba por dar un trato humano a los ucranianos. Hitler apoyó a Koch, un auténtico carnicero racista-ario. El motivo es que Koch reproducía con mayor fidelidad las directrices racistas del nazismo, mientras que Rosemberg daba una definición más amplia de europeidad, que incluía Ucrania. En fin, racismo ario. Un ejemplo histórico.
Jaume Farrerons dijo…
He dicho y repetido en este blog que el holocausto ha sido exagerado y utilizado de forma propagandística para ocultar los crímenes de los aliados, peores incluso que las atrocidades nazis. Pero dichas atrocidades nazis están ahí. El holocausto sólo se puede «exagerar» porque existe en él un núcleo de verdad que me parece incontestable. Los testimonios de cientos de miembros de los Einsatzgruppen en los juicios de la posguerra no pueden ser todos ellos puras mentiras. Y a los efectos de este debate dichos testimonios acreditan la existencia de un racismo-ario, nazi, con características criminógenas idénticas al sionismo. Los propios nazis reconocieron en Nüremberg haber aprendido sus pautas de conducta de los nacionalistas judíos. !No se puede criticar el fenómeno sionista sin sacar algunas consecuencias harto relevantes respecto del nazismo!
Frel dijo…
Debería usted demostrarme con documentos oficiales que el régimen NS consideraba inferiores a los eslavos y por ello se llevó a cabo dicha limpieza étnica, pienso que esos crímenes se llevaron a cabo por la propia naturaleza de la guerra, no porque tuvieran connotaciones étnicas,por esa regla de tres las hambrunas de Ucrania fueron llevadas a cabo también porque el bolchevismo consideraba inferiores a los ucranianos, lo de Polonia igual,masacres y detención como prisioneros de más de 300.000 polacos por parte de los soviéticos que fueron trasladados una parte a los gulags y otra parte fue utilizada como mano de obra esclava en las fábricas de armamento soviéticas(¿Consideraban inferiores a los polacos?).Le puedo asegurar que en Polonia la población hablan bastante peor de los rusos que de los alemanes. No hablemos ya de las atrocidades que los soviéticos realizaron en territorio alemán camino de Berlín, utilizemos el mismo patrón:¿Consideraban inferiores a los alemanes?. Referente al tema del tan sagrado holocausto decirle que oficialmente no hay ningún documento firmado por las autoridades alemanas(incluído el Führer) dando orden alguna de exterminio, esto está claramente demostrado por parte de historiadores revisionistas, hubo muertes que afectaron tanto a lo que quedaba de la población judía en Europa como a la población en general pero por el hecho de la guerra.
Jaume Farrerons dijo…
Los conceptos de Lebensraum y Drang nach Osten pertenecen a la ideología nazi. ¿De verdad tendré que buscarle los documentos donde se considera a los eslavos una raza inferior a los arios, nórdicos y alemanes? ¿Niega usted dicho elemento doctrinal en el nazismo? ¿Niega usted que Alemania pretendía colonizar Ucrania y convertir a los «nativos» en mano de obra barata esclava o servil para la «raza de señores»?
Frel dijo…
En un mensaje anterior explico brevemente el significado de la palabra ario, del ario indoeuropeo que nada tiene que ver con ningún tipo de superioridad racial, no confundamos,es que ya de por sí no puede haber superioridad racial de un pueblo europeo sobre otro, porque todos pertenecemos a la misma raza, lo que sí existen son diferentes fenotipos dentro de la misma raza, pero nada más.
Mire eso que usted me dice forma parte de la propaganda oficial, veo que en este sentido también cae en la trampa, el hecho de que Alemania tuviera que entrar en la URSS para defenderse de un ataque inmediato por parte de los soviéticos a Alemania por el este eso no implica que los alemanes tuvieran ese concepto de superiorodad sobre los eslavos y tuvieran el ánimo de esclavizar a los ucranianos, eso de «Raza de señores» ¿de dónde lo saca?¿Propaganda sionista?. Lo cierto es que Alemania perdió la guerra y eso que usted dice nunca se ha podido demostrar ni llevar a la práctica. Los ucranianos ya fueron masacrados y utilizados como mano de obra esclava por los bolcheviques, especialmente por Stalin, al igual que el resto de la URSS y parte de la población de los antiguos países llamados comunistas del este de Europa(Con el complot de las democracias occidentales). Mire el tema de la superioridad racial y el utilizar a ciudadanos nativos como mano de obra barata y servil pregúnteselo a los ingleses,franceses y a los mismos EUA que de esto tienen suma experiencia demostrada en sus aventuras coloniales.
Frel dijo…
En un mensaje anterior expliqué cuál es el significado de la palabra «ario», el ario indoeuropeo procede de medio oriente(incluida la India) y actualmente se encuentran abundantes poblaciones en Irán,Siria, con un fenotipo muy semblante al del europeo latino, es un concepto cuyo origen es definido por el budismo y el induísmo. Por eso esa afirmación de los «arios» nórdicos y alemanes hay que especificarla, ya que son arios como el resto de los pueblos de Europa(incluídos los eslavos). Alemania se divide en dos fenotipos originarios, los alpinos y los nórdicos, también hay que mencionar que una parte importante de la población alemana tiene un fenotipo del sur de Europa(Debido a las migraciones durante siglos). Con esto vengo a referirme que cuando se habla de arios nódicos y alemanes es ridículo hablar de seres de estatura elevada, cabellos rubios y ojos azules, esto es irrisorio o como decir que Hitler quería un prototipo de estas características en Alemania y otros países europeos, precisamente porque ni Hitler ni ninguno de sus más estrictos colaboradores reunían este tipo de características físicas, esta es otra de las mentiras del sionismo. De hecho fuera de Alemania durante el mandato de Hitler y durante la guerra había un dicho popular que decía(es una burla sobre el tema):»Eres tan erguido como Goering, tan alto como Goebbels y tan rubio como Hitler».
Anónimo dijo…
La doctrina del Lebensraum (espacio vital) y del Herrenvolk (pueblo de señores) no es propaganda de la posguerra. Es la doctrina nazi. El Drang nach Osten (impuslso hacia el Este) significaba que los germanos debían renunciar a su tendencia a desplazarse hacia el sur; en su lugar, debían hacerlo hacia el Este. El objetivo era Ucrania. No puede usted negar todo esto. Si es necesario, lo documentaremos. Pero me parece que ni los más furibundos negacionistas cuestionan estas cosas.
Anónimo dijo…
La Wehrmacht fue recibida a su llegada a Ucrania de una manera muy amistosa, practicamente, más como una liberadora que como una futura opresora; mientras la Wehrmacht estuvo al mando de la situación los ucranesos se sintieron seguros y colaboradores, el problema llegó cuando la Administración Civil se hizo cargo de la dirección de la vida ucranesa.
El nombramiento del Gauleiter de Prusia Oriental, Erich Koch, hombre brutal y sin escrúpulo alguno a la hora de atormentar a la población civil, contribuyó tremendamente a que muchos ucranesos se «echaran al monte» como partisanos par ostigar a las fuerzas alemanas.
Sus choques con el Ministro para los territorios ocupados del Este, Sr. Rosemberg, fueron continuos y extremadamente violentos durante toda la ocupación. Para Rosemberg, Ucrania debería de haber mantenido cierta autonomía política que hubiera a la vez servido a los intereses alemanes, es decir, hubiera servido como barrera antibolchevique alejando lo más posible la «peste comunista» de las fronteras del Reich, ayudando de esta manera también a la colaboración de la población ucranesa con el ocupante alemán.
El problema radicaba en la diferente visión que tenía el Canciller del Reich en Ucrania, Erich Koch, de la presencia de Alemania en Ucrania, para este último, Ucrania no significaba más que un territorio ocupado en el que debería explotarse al máximo a sus habitantes y a sus tremendos recursos agrícolas en beneficio de los nuevos amos del mundo, los nazis alemanes, tal y como había dejado patente Hitler en su famosa obra Meim Kamp.
En esta lucha entre Rosemberg y Koch, ambos se dedicaron a intentar buscarse aliados entre los jerarcas nazis. Koch fue apoyado por Goring, al que le interesaba la exlotación máxima de Ucrania en beneficio de su Plan Cuatrienal, además, la relación de Goring y Rosemberg nunca fue excesivamente boyante.
Por otra parte Rosemberg tenía las de perder en esta lucha interna, Alemania necesitaba de mucha mano de obra y la población ucranesa podía aportar muchos trabajadores al Reich, pero mientras Sauckel imponía brutalmente el reclutamiento de éstos, Rosemberg era partidario de no utilizar medidas represoras para este reclutamiento, con ello alegaba que de esta manera los partisanos vería muy reducido sus incorporaciones entre la población civil.
En cuanto a los grupos armados que se enfrentaron a los alemanes destacaron dos agrupaciones: los nacionalistas ucranesos (O.U.N) y el Ejército Insurrecto Ucraniano (U.P.A), ambos lucharon duramente contra los alemanes mientras duró la ocupación, y tampoco dudaron un instante en utilizarlas de nuevo en la lucha contra los soviéticos cuando «liberaron » Ucrania.
En definitiva, Ucrania no fue más que otro caso en donde los alemanes fueron recibidos como libertadores y acbaron como opresores, recibiendo duros castigos por parte de los partisanos, y en una lucha entre jerarcas nazis en la concepción del llamado futuro «Orden Nuevo» que querían aplicar a los nuevos territorios ocupados.
Anónimo dijo…
CSDIC (Reino unido) INFORME SR, SRGG 209 (TNA, WO 208/4165).
GEORG NEUFFER – Generalmajor [general de división] – (General al mando, 20 División Antiaérea). Capturado el 9 de mayo de 1943 en Túnez.
GERHARD BASSENGE- Generalmajor – (General al mando, Defensa antiaérea de Túnez/Bizerta). Capturado el 9 de mayo de 1943 en Túnez.
Información recibida: 14 de julio de 1943
NEUFFER: ¿Qué dirán cuando encuentren nuestras fosas en Polonia? Los del OGPU (servicio secreto soviético) no pueden haber hecho nada peor. Yo mismo he visto un transporte en Ludowice ¿? Junto a Minsk; debo decir que era una visión espantosa. Había camiones repletos de hombres, mujeres y niños… niños muy pequeños. Es una imagen horrible. Las mujeres, los niños pequeños que, naturalmente, no sospechaban nada… ¡Terrible! Por supuesto, yo no miré cuando los estaban asesinando. La policía alemana estaba allí con sus ametralladoras ¿sabe usted lo que tenían alli? Lituanos o algo así, con el uniforme marrón, ellos eran los que lo hacían. Los judíos alemanes también fueron enviados al distrito de Minsk, y asesinados poco a poco, todos los que habían sobrevivido al otro tratamiento. Con “tratamiento” me refiero a alojamiento, comida, etc. Lo hicieron así: cuando se llevaron a los judíos de Fráncfort —cosa de la que se les informó sólo en el último momento—, sólo se les permitió llevar consigo cien marcos, y nada más, y después, en la estación, se les reclamaba esos cien marcos para pagar los billetes. Pero todo eso se conoce de sobra —si se llega a conocer en el mundo en general—, ¡por eso me sorprendió que nos alborotara tanto el caso de Katyn!
BASSENGE: Sí.
NEUFFER: Porque es una nimiedad, en comparación con lo que nosotros hemos hecho allí.
[Notas del editor: […] Aunque hay un Ludowice en la actual Polonia, Neuffer probablemente está pensando en otra localidad de la Rusia Blanca de nombre similar, cerca de Misnk. […] Su relato se refiere, seguramente, a las ejecuciones de marzo de 1942, cuando asesinaron a 5000 judíos. Neuffer fue trasladado fuera de Rusia en abril de 1942. […] Desde abril hasta noviembre de 1942, Neuffer fue oficial al mando de la 5. Flak. Div. en Darmstadt. En aquel momento allí se producían deportaciones de judíos a gran escala desde Fráncfort del Meno, que Neuffer parece conocer. Lo de Katyn estaba de actualidad desde que, en la primavera de 1943, los alemanes habían descubierto una primera fosa con 2000 cadáveres de oficiales polacos.
Neitzel, Sönke (editor): Los Generales de Hitler. Transcripciones de conversaciones secretas: 1942-1945 (Abgehört. Deutsche Generäle in britischer Kriegsgefangenschaft 1942-1945, 2005). Traducción de Cristina Pizarro, Editorial Tempus, Barcelona 2008. pp. 236-237. Notas pg. 497-498.
Anónimo dijo…
Cuando Goebbels expresa su desprecio por los pueblos bálticos y Ucrania simplemente sigue las opiniones de su Führer. Al igual que él, no distingue entre bálticos o eslavos, aliados o enemigos. Todos son simplemente subhumanos.
[Noche del 17 al 18 de septiembre de 1941]
Los pueblos eslavos no están destinados a vivir una vida propia. Lo saben y haríamos mal en persuadirles de lo contrario. Nosotros somos los que creamos en 1918 los países bálticos y Ucrania. Pero hoy no tenemos ningún interés en mantener los estados bálticos ni en crear una Ucrania independiente. Habrá igualmente que impedir su vuelta al cristianismo. Sería un gran error, sería darles una forma de organización.
Tampoco soy partidario de que haya una universidad en Kiev. Más vale no enseñarles a leer. No van a querernos porque les torturemos con escuelas. El solo hecho de darles una locomotora para conducir sería ya un error. ¡Y qué tontería, por nuestra parte, proceder a una distribución de tierras! A pesar de todo esto, haremos que los indígenas vivan mejor de lo que han vivido hasta ahora. Entre ellos encontraremos el material humano necesario para cultivar la tierra.
Proveeremos de cereales a todos los que en Europa carecen de ellos. Crimea nos dará los frutos del sur, el algodón y el caucho (40.000 hectáreas de plantaciones serán suficientes para asegurar nuestra independencia).
Los pantanos de Pripet nos mantendrán abastecidos de juncos.
A los ucranianos les proporcionaremos pañoletas, cuentas de cristal y todo lo que les gusta a los pueblos coloniales.
Las conversaciones privadas de Hitler (Bormann-Vermerke) Traducción de Alfredo Nieto, Alberto Vilán, Renato Lavergne y Alberto Clavería. Editorial Crítica, Barcelona 2004. pg. 27.
Anónimo dijo…
Una de las paradojas del pensamiento nazi: Goebbels acusa a “los judíos” de las dificultades que empiezan a tener los alemanes con los nacionalistas de Letonia, Estonia, Lituania y Ucrania. Unos nacionalistas que en una buena proporción colaboraron con los nazis para matar y saquear a sus compatriotas judíos. Las cifras de judíos que se dan en las actas de la “Conferencia de Wansee” del 20 de enero pasado son muy esclarecedoras. De los 11 millones de judíos que estiman que aún hay en Europa, sólo hay una única región que consideran completamente “libre de judíos”, Estonia.
6-marzo-1942
Un informe del SD da cuenta minuciosa de la situación en la Rusia ocupada. Es mucho más inquietante de lo que generalmente se cree. El peligro partisano aumenta de semana en semana. Los partisanos son dueños de algunas grandes zonas de la Rusia ocupada, implantando en ellas un régimen de terror. Los movimientos nacionalistas, por su parte, adquieren mayor insolencia de lo que supusimos en un principio. Y esto puede aplicarse tanto a los estados bálticos como a Ucrania. En todas partes los judíos se mueven procurando crearnos dificultades. Es comprensible, por lo tanto, que muchos de ellos tengan que pagar sus delitos con su vida. De cualquier forma, estoy convencido de que cuanto mayor número de judíos liquidemos, más consolidaremos la vida de Europa después de la guerra. No es posible dejarse ganar por el sentimentalismo. Los judíos son la desgracia de Europa. Tienen que ser eliminados; en caso contrario, correremos peligro de ser eliminados por ellos.
La situación alimenticia es muy difícil en las zonas ocupadas del Este. Millares y decenas de millares de personas se mueren de hambre sin atreverse a mover un dedo. Durante bastantes años tendremos que hacer frente a grandes problemas y excepcionales dificultades. Mucha agua habrá de bajar por el Rin antes de que esa zona haya sido integrada en la economía europea y sus ricos productos estén a disposición de nuestro pueblo.
Joseph Goebbels: Diarios (The Goebbels Diaries. Edición de Louis P. Lochner) Traducción de Eduardo de Guzmán. Editorial Los libros de Nuestro Tiempo, José Janés director. Barcelona 1949.
A. Manuel dijo…
Quisiera retomar el hilo original del debate, y exponer las siguientes puntualizaciones y conclusiones:
1.ª Que una persona vale por lo que es, por sus valores éticos, entre otros, y no por su raza («por sus rasgos morfológicos», como dice Jaume Farrerons, suponiendo que la raza sea sólo eso), es un hecho incontetable que ningún nacionalsocialista serio discutiría. Sin embargo, el nacionalsocialista serio se declara «racista» sin ambages, lo cual quiere decir que para éste el racismo no es lo que Jaume Farrerons da a entender. A los textos de Ramon Bau –representante máximo del NS en España– me remito.
2.ª Una conclusión de esto es que Jaume Farrerons se ha dejado engañar por la propaganda oficial (como ya dice Frei) y ha asumido el término «racismo» según lo entiende la ideología dominante. Supongo que es el precio que hay que pagar para que INTRA sea un partido legal… Naturalmente, sólo así se entiende que, si no acepta este hecho, su partido se venga abajo…
3.ª Jaume Farrerons no contesta a otras preguntas que le he formulado; pero voy a formulárselas de otra manera: ¿consideraría europeo a una persona de raza negra, por ejemplo? ¿O sólo si ha asimilado la cultura europea? En tal caso, supongo que a Jaume Farrerons no le quitará el sueño que dentro de unas décadas la población autóctona europea desaparezca si la población de color –suponiéndola «nacionalizada» europea— mantiene y aplica la cultura europea (que ya es soñar con optimismo…). Insisto: ¿por qué no apoya a SOS Racismo y al Movimiento Contra la Intolerancia?
5.º Hay algo que no entiendo en la actitud de Jaume Farrerons: ¿por qué considera «superado» el fascismo y, en cambio, no la izquierda? Si critica al «fascismo» en cuanto contaminado por la extrema derecha, los skins, etcétera, ¿por qué no critica también a la izquierda, cuya frontera con la derecha, desde hace décadas, ha desaparecido prácticamente? Mucha reticencia con el nombre de «fascismo», pero ninguna con el de «izquierda» (aunque sea «nacional»), hasta el punto de que el nombre de INTRA empieza precisamente por la «izquierda»…
6.º Si en el libro ese, Jaume Farrerons sale bien parado, me temo que en mucho habrá tenido que hacer concesiones (en cierto modo ya lo estamos viendo, como en el concepto de «racismo»), porque menudo elemento ese Joan B. Culla…
7.º La «democracia, un invento griego», sí; pero… ¿sabe Jaume Farrerons que los esclavos, las mujeres y los estamentos sociales más bajos no podían votar? ¿Sabe Jaume Farrerons que en Esparta, por ejemplo, no había democracia, que «la democracia es para los atenienses», como dijo el gran Leónidas? ¿Eran los espartanos menos griegos y menos europeos? ¿Sabe Jaume Farrerons que Atenas, por ser la más abierta de las ciudades-estado griegas, fue la que, sin discutir sus grandes aportaciones, recibió esa influencia hebrea que poco a poco, andando el tiempo, fue aumentando en mayor medida y dando lugar a la «modernidad», desde indicios en el estoicismo, pasando por el humanismo del Renacimiento, el racionalismo de Descartes y culminando en la filosofía de las luces? Al estupendo ensayo de José Javier Esparza, «Curso general de disidencia», me remito.
Me parece que me dejo alguna cosa más, pero por ahora valgan estas.
Un saludo.
Anónimo dijo…
A/ El racismo no es lo que Jaume Farrerons da a entender, quizá, pero ¿qué es el racismo? Usted no lo explica. Para Jaume Farrerons el racismo es una doctrina que afirma la superioridad de una raza sobre otra y, en el caso nacionalsocialista, la superioridad de la raza aria nórdica sobre el resto de las razas, hasta el punto de darle derecho a expulsar, esclavizar o exterminar a otros pueblos o etnias consideradas inferiores. Tanto la teoría como la práctica del nazismo están muy bien ilustradas en Ucrania o en las actuaciones de los Einsatzgruppen. Jaume Farrerons puede haberlo entendido mal, dada su notoria incapacidad, pero los hechos están ahí.
B/ Jaume Farrerons no se ha dejado engañar por nadie, simplemente ha estudiado los hechos con objetividad: véase en este blog las entradas sobre los crímenes de los aliados. No veo el motivo por el cual Jaume Farrerons haya podido ser manipulado en esta cuestión y no en las otras. Afirmar que todo esto tiene una finalidad política, cuando Farrerons rechazó el racismo a los 20 años después de su lectura de Heidegger, es insostenible. La postura antirracista de Farrerons está ilustrada hace décadas, cuando la INTRA no existía y ni siquiera pensaba nadie que pudiera existir. Y, por otro lado, no creo que Heidegger resulte ser una fuente de información afín al “sistema”. ¿O sí? Pues bien, las críticas de Heidegger a la ideología racista de los nazis se remontan a los años 40 del siglo pasado en sus cursos sobre Nietzsche. ¿Es esto oportunismo de Farrerons o simple coherencia filosófica?
C/ Jaume Farrerons ya contestó a las preguntas formuladas. Una persona de raza negra puede ser considerada europea si ha asimilado los valores europeos y actúa como tal, es decir, en función de dichos valores. Un blanco rubio con ojos azules de dos metros de alto pero pederasta, violador y drogadicto, ¿es europeo? Conteste, por favor, es usted quien NO CONTESTA. Jaume Farrerons no apoya a SOS Racismo y el Movimiento Contra la Intolerancia porque considera tan racista la obsesión segregacionista del sionismo (en beneficio de la ultraderecha judía) como el programa de mestizaje puesto en marcha por la oligarquía transnacional para producir una suerte de ciudadano mundial uniforme (color café con leche) que encarne el sujeto/objeto ideal de la futura sociedad mundial de mercado dominada por el capitalismo financiero.
D/ La izquierda no es una ideología, sino una cuestión meramente táctica y relativa a las situaciones históricas en cada caso. Jaume Farrerons explicó esto de forma exhaustiva en su conferencia “Nacional-revolucionarios, ¿una opción de izquierdas?”. La puede encontrar en este blog y en la red. Más contundentemente no se puede fundamentar el motivo por el cual hay que situarse a la izquierda en la lucha por los derechos morales y materiales del Pueblo Trabajador Europeo.
Anónimo dijo…
E/ Jaume Farrerons no hizo concesiones en ese libro. Al contrario, ciertamente, se declaró antirracista, pero también anticapitalista y antimarxista. Publicó carteles en los que negaba los valores vigentes en defensa de la verdad como valor supremo. Condenó la muerte de millones de personas por hambre en África, sacrificados para mantener la sociedad de consumo occidental. Apeló a la cultura trágica frente al consumismo lúdico y la idiotez optimista. En suma, intentó construir Europa sobre el valor verdad, en un sentido trágico-heroico, pero no fue escuchado, sino ridiculizado por los propios camaradas social-patriotas, quienes preferían adorar a Jesús, el mismo personaje que metió en Europa los valores antiheroicos.
F/ Jaume Farrerons no se chupa el dedo y sabe que los griegos tenían esclavos, que las mujeres no votaban en Atenas, etc. Pero, ¿ignora quizá quien escribe el post crítico que el programa fascista original de 13 de mayo de 1919 pedía el voto femenino y el sufragio universal en Italia, entre otras cosas muy de izquierdas? ¿Propone acaso quien protesta contra nuestra postura democrático-griega que defendamos el retorno a la esclavitud? Curioso europeísmo éste, que en vez de perfeccionar la democracia helena eliminando los elementos asiáticos (=servidumbre) propone salvar los elementos culturales asiáticos para mejor suprimir la democracia (griega, europea) supuestamente judía. Atenas no recibió influencia cultural hebrea relevante alguna, como no sea ya muy tardíamente la de Saulo de Tarso y su dios judío el Cristo. El estoicismo no es hebreo ni en los sueños de un borracho, sino un desarrollo de la filosofía helenística. Y el Sr. Esparza, a quien erige en ejemplo, trabaja para el PP y la Iglesia Católica, por si no lo sabe. Aunque al catolicismo, cuyos orígenes son precisamente hebreos (a diferencia del humanismo, las luces, el racionalismo, europeos hasta la médula) no lo nombra usted en su lista de “problemas” a eliminar. Así, según usted, Heráclito y Aristóteles serían filo-hebreos, pero Jesús de Nazaret, ario. ¡Precisamente el cristianismo, contra el que Esparza, al parecer, nada dice, encarnaría esa europeidad que conduce al Partido Popular! ¡Y la negación de la izquierda a esa DERECHA que tan bien sabe combinar la “disidencia” de los cursos con el liberalismo de Rajoy y las loas al Papa!
Me parece que me dejo alguna cosa más, pero por ahora valgan estas.
Un saludo.
Anónimo dijo…
Lo que yo no entiendo es por qué esta gente que critican a Farrerons no fundan el Partido Racialista o Nacionalsocialista o cosa similar y se presentan a las elecciones. En lugar de eso, apoyan a Esparza y critican a Farrerons tildándolo de hipócrita, cuando Farrerons siempre ha defendido lo mismo desde el punto de vista ideológico (=los valores éticos). Yo no veo que Esparza agite el ideario racista, más bien, en los programas de Intereconomía, se utiliza la palabra «fascista» como insulto. Por ejemplo, los etarras serían fascistas…
Y si conlleva un contenido ideológico y no meramente táctico, como pretende Farrerons, entonces no veo cómo se puede reivindicar la derecha allí donde se critica la izquierda. La legislación antifascista en España la promulgó también el PP.
Jaume Farrerons dijo…
Yo vi a Esparza con mis propios ojos en su programa de Intereconomía afirmando que la Iglesia Católica es la institución que con más seriedad persigue la pederastia y que los índices de abuso sexual infantil en la misma son irrelevantes comparados con los de otros colectivos. Dado que, al mismo tiempo, me había leído los libros de Pepe Rodríguez sobre el tema, y conozco las correspondientes estadísticas, mi estupefacción no ha cesado desde entonces. Cuando la «disidencia» se confunde con la obediencia al papa hasta tales extremos, el sentido de las palabras se hunde en la nada y cualquier cosa puede significar cualquier cosa. De todas formas, leeré el «Curso de disidencia» de Esparza. Aunque sólo sea para confirmar mis temores y no incurrir en el error (tan frecuente conmigo) de juzgar a alguien desde simples indicios.
LA IZQUIERDA DEL TERCER MILENIO dijo…
La posición de la INTRA es perfectamente coherente: apela a la verdad como valor supremo. Incluso los racistas, si argumentan el racismo es porque lo consideran «verdadero». Ningún racista diría: «sé que el racismo es falso, pero lo defiendo sabiendo incluso que es falso, simplemente porque nos negros me producen repulsión física». No obstante, los racistas son incapaces de asumir las consecuencias de este hecho. Puesto que un «negro» también puede comprender la verdad, y puesto que la verdad es la condición de posibilidad incluso del racismo como presunta teoría, entonces el racismo es necesariamente contradictorio. Todo sujeto de la verdad, independientemente de cuál sea su aspecto físico, es virtualmente el depositario del valor supremo. El racismo se resuelve en una cuestión de estética, una forma de hedonismo. Los arios serían más «guapos». Nada más lejos de cualquier planteamiento ético que semejante enfoque existencial. Puede funcionar para un grupo de skin-heads en una discoteca, pero ¿qué persona adulta y racional puede valorar a otra sólo por su aspecto físico?
Anónimo dijo…
Algunos no han entendido que hay cosas que no se pueden decir. Y que la fidelidad a la causa consiste en el silencio, hasta que llegue el momento de hablar. !Pero sólo cuando todos escuchen! !Sólo cuando la charla, el parloteo, no destruya precisamente aquello que quiere amparar! La tarea de los PROVOCADORES es impedir que ese aquél llegue tirando de la lengua a los pocos soldados que todavía luchan.
Anónimo dijo…
Nadie niega que las tropas alemanas cometieran crímenes en Polonia y en Ucrania, son producto de las guerras, pero los soviéticos mataron mucho más, no solo en Katyn,sino miles y miles de polacos masacrados por los soviéticos y más de 300.000 polacos apresados por los soviéticos y enviados a la URSS como mano de obra esclava, esto está ahí y es innegable, de hecho en Polonia los polacos hablan bastante peor de los soviéticos que de los alemanes.En Ucrania pues lo mismo, las hambrunas provocadas por el gobierno de Stalin provocaron alrededor de 7 millones de muertos en los años 30,un genocidio planificado,podíamos hablar también de los crímenes cometidos por los otros países aliados. Me sorprende que algunas personas sólo ataquen a los alemanes y lo demás parece que no haya existido, sólo reproducen el típico discurso que la historia oficial mantiene, con el componente judío, faltaría más,algunos no se quieren enterar de que la historia está llena de mentiras y por supuesto la escriben los vencedores.
Fran dijo…
¿La teoría del espacio vital no estaba fundamentada en la idea de crear un gran Reïch, un estado-nación europeo?, un expansionismo racional que no implicara el sometimiento de unos pueblos sobre otros,sino en la unidad y cooperación entre los pueblos europeos(algo muy diferente a la actual sionista Unión europea). Este tema es un tanto polémico por la interpretación que la historia oficial siempre ha dado. En realidad la teoría del espacio vital tal como la interpreta la oficialidad histórica la están aplicando los vencedores de la 2ª guerra mundial desde las conferencias de Yalta y de Potsdam.
Jaume Farrerons dijo…
En este caso, no se trata de los crímenes habituales que se cometen en las guerras. Los Einsatzgruppen eran unidades especiales encargadas de matar civiles, incluidos niños, siguiendo órdenes de la autoridad alemana (o sea, de forma PLANIFICADA) y por motivos racistas.
Por favor, no me recuerden que los aliados y los soviéticos también cometieron esa clase de fechorías. Esto es algo a lo que el blog viene dedicándose desde hace años. La cuestión es que los alemanes también mataban niños en masa de acuerdo con un plan de exterminio.
Anónimo dijo…
Uno es neonazi o antifascista. La verdad no interesa. O sólo interesa para usarla contra las mentiras del adversario, mientras las propias mentiras se toleran con entusiasmo. El hombre es así. Sr. Farrerons: si pretende erigir el «partido de la verdad» es que no conoce la realidad de la política o, peor, la realidad del ser humano. Pero las respuestas de este blog deberían enseñarle.
Europa Gothorum dijo…
Un polaco se integrará en la sociedad española,argentina,francesa,italiana o alemana sin problemas, en cuanto aprenda el idioma. Mientras que un negro dominicano siempre será un elemento extraño. Un hijo de rumanos llegados a España, será español sin fisuras, pero un indio quechua que haya nacido en Madrid, en Londres o en Buenos Aires, jamas formará parte de nuestra concepción vital de nuestro pueblo, para él (La raza, la historia, la nación y las tradiciones, etcétera ) serán elementos con los que no se puede, ni podrá identificar jamás, como tampoco lo estaban sus ancestros, ni tampoco lo estarán sus descendientes venideras traidas por él en suelo europeo o las otras naciones de eurodescendientes lejos del continente madre… En definitiva el ser europeo está en la sangre, no en un documento de nacionalidad
Blut und Boden
Jaume Farrerons dijo…
¿A qué llamamos «integrar»? Habría que clarificar este término. Los políticos «blancos» y hasta «arios» que están saqueando y destruyendo Europa son personas «integradas» en su sociedad, tan integradas que la dominan y utilizan para sus fines: dinero y poder. Duran Lleida usa el dinero público para financiar su vida sexual, que incluye puti-clubs (por cierto, las putas son inmigrantes, en muchos casos, de otras razas). Los delincuentes de raza blanca, ¿estan integrados en la sociedad? Los negros que trabajan y no delinquen, que los habrá, ¿están integrados en esa misma sociedad?
En fin, la palabra «integrado» parece más bien un término estético. Un negro es negro y no se puede «integrar» haga lo que haga, siempre será negro entre blancos. Pero la cuestión es si esa integración puramente estética es más importante que la integración axiológica y, sobre todo, hay que responder a la cuestión de «a qué» se integra uno cuando toda la sociedad es ya un antro de corrupción dedicado sólo al negocio privado y los únicos que se salvan son personas que no están «integradas» en esa «mierda» ni quieren estarlo.
Evropa Gothorum dijo…
El mundo actual esta en decadencia porque los democratas capitales y los marxistoides ganaron la guerra. Asi de simple. el Sistema $ist€ma promueve, un mundo sin fronteras, inmigración al máximo, mestizaje, ateísmo internacional, marxismo…
Sólo unos pocos sabríamos como reestructurar esto, sin caer en la trampa mortal de lo politícamente correcto y lo anti-europeo.
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FUENTE:
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2011/08/aclaraciones-terminologicas-que.html